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martes, 13 de enero de 2015

Elementos básicos para comprender el campo de la Educación Ambiental

Por Daniel Lara Sánchez




Introducción
Las sociedades modernas se estructuran en campos e instituciones, de acuerdo con la teoría del sociólogo francés Pierre Bordieu[1]. Estos campos van configurando una serie de trayectorias y posiciones que las personas que se encuentran en ellos ocupan, y por lo tanto también se configuran relaciones sociales, que casi siempre son relaciones de dominación y poder. La concepción de Bordieu puede aplicarse a casi cualquier área de la sociedad, aunque está más enfocada a la vida académica. De esta forma, la Educación Ambiental (EA) puede ser entendida como campo. En el presente ensayo, no pretendemos caracterizar a la EA como campo, toda vez que la maestra Nancy Benítez ya lo ha hecho con precisión en su momento[2]. Más bien, lo que intentaremos hacer es, a partir de diversas posturas, exponer la evolución y configuración del campo de la EA y, sobre todo, reflexionar sobre la dificultad que puede enfrentar (o no) alguien que apenas empieza a comprender tal campo para intentar formar parte de él.

Un poco de historia
La teoría siempre va detrás de la realidad. La teoría es un intento, más o menos ordenado y argumentado, de explicar una realidad. De esta forma, los problemas ambientales en nuestro planeta existen desde mucho tiempo antes de que siquiera alguien pensara en algo llamado Educación Ambiental. El filósofo Jean Jacques Rosseau, por ejemplo, ya desde el siglo XVIII analizaba las relaciones del ser humano con sus pares y, especialmente, con el medio ambiente[3].
            Pero si nos referimos a la Educación Ambiental como tal (aunque se escuche cacofónico), sus orígenes pueden encontrarse un poco más tarde, en la segunda mitad del siglo XX. Allá a finales de los años 60, cuando el flower power hacía su aparición en la sociedad occidental y surgieron los primeros cuestionamientos a la forma de vida imperante en el capitalismo, es cuando nace la EA como parte de estos vientos de cambio y renovación. Se busca una nueva relación ser humano/naturaleza y se replantea el papel de la ciencia en los países industrializados. Esto coincide, además, con el hecho de que, por esos años, los sistemas educativos experimentan procesos de reforma y con cierto auge que la Ecología estaba teniendo como ciencia.
            El año de 1968, como en tantos otros procesos históricos para la humanidad, fue clave: la fundación, en Inglaterra, del Consejo para la Educación Ambiental, representa la acuñación del nombre del naciente campo. A partir de ahí, diversos esfuerzos para la ordenación y estructuración del mismo fueron organizándose a nivel mundial, entre los que destacaron: el Programa sobre el Ser Humano y la Biosfera (París, 1971); la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano (Estocolmo, 1972); la creación del Plan de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) en 1973; el Programa Internacional de Educación Ambiental (PIEA) en 1975 por parte de la UNESCO y el PNUMA; la Conferencia Intergubernamental de Educación Ambiental (1977, Tbilisi, Georgia, que representa un parte aguas en este recorrido histórico); la conformación de la Comisión Mundial sobre el Medio Ambiente y Desarrollo, conocida como “Informe Brundtland” o “Nuestro futuro común” (1987);  la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Ambiente y Desarrollo, mejor conocida como “Cumbre de Río de Janeiro” (1992); el Congreso Mundial sobre Educación y Comunicación en Ambiente y Desarrollo (Toronto, 1992); el Congreso de Educación Ambiental para el Desarrollo Sustentable (1997, La Habana); la redacción de la “Carta de la Tierra” o Protocolo de Kyoto también en 1997; y la Conferencia sobre el Cambio Climático de la ONU (Dinamarca, 2009).
            Esta evolución histórica de la EA como campo puede clasificarse, de acuerdo con Alberto Otero (1998: 66-67) en cuatro etapas: a) La EA con una tendencia naturalista orientada hacia la conservación; b) La EA ligada a una educación con énfasis en Ecología; c) La EA orientada a la resolución de problemas, y d) La EA para el desarrollo sustentable. Cada una de estas etapas, surgida en diferentes épocas, nos muestra cómo la EA, al igual que los demás campos que conforman a las sociedades, ha tenido un desarrollo que va íntimamente ligado al contexto histórico que permitió/configuró/dio sentido a los cambios en la forma de entender y organizar el campo.
            Lucie Sauvé (1999: 11-13) ha señalado que esta evolución ha detonado, sin embargo, dos problemas inherentes a la conformación de cualquier campo, pero en especial el de la EA: el aspecto conceptual y el problema de la práctica. De esta forma, la EA se ha conceptualizado de diferentes maneras a lo largo del tiempo y, por lo tanto, se ha aplicado también en formas distintas de acuerdo con los contextos histórico-sociales en los que se ha intentado instalar. Esto nos habla de un campo complejo. Pero, ¿qué tiene que ver esto con la concepción de Bordieu sobre los campos? Esto es lo que intentaremos exponer enseguida.

Algunas propiedades de los campos
Si retomamos la construcción teórica de Bordieu (Op. Cit.), encontraremos que la primera propiedad que conforma a un campo es lo que lo define, en otras palabras, lo que está en juego, es decir, los intereses, objetivos y fines que le dan sentido de existencia. En el caso de la EA, lo que está en juego, según Benítez (Op. Cit.) es “la necesidad de construir un futuro, una esperanza para la humanidad a través de la educación”. Como es lógico pensar, esta idea tiene mucho que ver con el problema conceptual del que habla Sauvé. Dependiendo de cómo se entienda a la EA, lo que está en juego en la misma como campo será establecido y aceptado[4].     
            Coincidimos plenamente con Nancy Benítez en su concepción de lo que está en juego dentro del campo de la EA. Con base en ello, nos parece que, dentro del amplio abanico que puede haber en las concepciones, una de las mejores definiciones de la propia EA es la que ofrece al maestro Rafael Tonatiuh Ramírez (2000: 61): “La educación ambiental es un proceso infinito de recuperación y construcción de saberes, sobre todo educativos, en estrecha relación con la producción, la sociedad y la naturaleza. Es un instrumento de tránsito hacia el desarrollo sustentable”.
            De esta manera, todo aquel individuo que pretenda formar parte del campo de la EA, antes de dilucidar qué posición le gustaría ocupar y qué trayectoria deberá seguir para alcanzarla y por medio de qué capitales, deberá tener claro qué es lo que está en juego y estar, aunque sea de manera general, de acuerdo con ello.  En ese sentido, me parece que, de inicio, casi todos quienes nos interesamos por formar parte de este campo, tenemos clara la concepción general de lo que se trata y cuál es el fin que da sentido a la EA. También, que se trata de un campo construido desde y para la educación y que implica acciones concretas[5].
             Una segunda propiedad del campo es la referida a su estructura. Al respecto, Bordieu involucra instituciones y actores sociales y, por supuesto, relaciones de dominación. En su aplicación de esta propiedad al campo de la EA, Nancy Benítez aclara que este campo puede entenderse desde tres niveles: mundial (nosotros diríamos global), regional y nacional y esto implica la existencia de “subcampos”. Quienes pretendemos formar parte del campo de la EA nos ubicamos, normalmente y de inicio, en alguno de estos subcampos, en específico para el caso de los estudiantes de la Maestría en Educación Ambiental de la UPN 095, en el subcampo de la formación de educadores ambientales. Ya dependerán de la trayectoria y el uso de capitales simbólico, económico y cultural, las posiciones que cada uno vaya ocupando y la inserción en diferentes subcampos.
            En cuanto a la tercera propiedad del campo, que es la defensa del mismo, Bordieu y Benítez, desde sus respectivos textos, exponen que al interior de un campo normalmente hay relaciones hegemónicas, por lo que un campo casi siempre se divide en quienes se encuentran en la ortodoxia y quienes están más inclinados a la subversión: la herejía. Una de las formas de ejercer la ortodoxia (o hegemonía), de acuerdo a otro texto de Nancy Benítez (2009) es la investigación, la cual es utilizada como criterio legitimador de las instituciones de educación superior, de tal forma, pareciera ser que, en las mismas, ya no se investiga para generar conocimiento, sino sólo para lograr recursos económicos o para alcanzar “puntos”, estímulos económicos o de otro tipo, dejando de lado la construcción epistemológica.
            ¿Sucede esto en el campo de la EA? Seguramente, y en el caso de nuestro país, aun más. Para un recién llegado al campo, o para aquél que apenas comienza a conocerlo y entenderlo, puede llegar a ser difícil comprender cómo, al interior del propio campo, lo que estaba en juego y le da sentido puede desvirtuarse para dar lugar a una ortodoxia que busca sus propios intereses y se olvida del interés original que tuvo para formar parte del campo. O quizá suceda que haya quienes, desde su propio ingreso al campo de la EA, ya estén pensando no en ese futuro y esperanza por medio de la educación, sino en tener una mejor posición en sus trabajos o mayor reconocimiento o un sueldo más alto, sin contraer ningún compromiso verdadero con el medio ambiente.
            De esta forma, quien se va integrando al campo de la EA irá conociendo instituciones, personas y formas de trabajo diversas y con objetivos distintos y deberá ir tomando decisiones con respecto a su compromiso con la propia EA y con respecto a su posición dentro del mismo campo.
            Esto nos liga directamente con la cuarta propiedad de los campos: el acuerdo entre los antagonistas. Seguramente, muchos de quienes ingresan al campo de la EA lo hacen con la idea de, algún día, “revolucionarlo”. Lo cual, en sí mismo, podría calificarse como un pensamiento positivo y de aportación. Pero, una vez dentro, “los recién llegados tienen que pagar un derecho de admisión que consiste en reconocer el valor del juego y en conocer ciertos principios de funcionamiento del juego” (Bordieu: 137). Es decir, aun las revoluciones, al interior de un campo deben estar basadas en objetivos y no contradecir lo que está en juego en el campo… hasta que el contexto sociohistórico lleve al campo a una nueva evolución (en términos de Thomas Khun, un campo de paradigma).
            En relación con la quinta, sexta y séptima propiedades de los campos (la autoconservación del campo, el impacto del campo en la vida y la obra de sus agentes y la obra en la historia del campo), las tres tienen que ver con la producción que, de diversas maneras, quienes forman parte del campo, crean y reproducen no sólo en las instituciones pertenecientes al campo, sino aun más allá. Es debido a estas tres propiedades que los diferentes campos tienen relación entre sí y configuran proyectos de nación y modelos de desarrollo.
            El campo de la EA se ubica, en principio, dentro de la esfera educativa en las sociedades modernas[6]. Pero, dada la naturaleza y características de lo que está en juego en su interior, se va relacionando con otras esferas, campos y subcampos.
            De esta manera, la EA ha salido, poco a poco, de las aulas escolares y ha encontrado acomodo en la educación informal y también en otras “canchas de juego”. Sobre esto profundizaremos en el siguiente y último acápite.

Educación Ambiental… al infinito y más allá
Como ya hemos visto en los subtemas anteriores, el campo de la EA ha experimentado cambios, evoluciones y reificaciones. Se ha enriquecido con la inserción en él de personas dedicadas a diversas actividades, profesiones y oficios. Los campos son entes vivos, y en especial el campo de la EA es uno con una efervescencia muy particular, la que origina debates, proyectos, acciones, planes, reflexiones.
            En los últimos años, a pesar de las ortodoxias, el campo de la EA parece abrirse, poco a poco, a expresiones y acciones que no necesariamente se encierran en las aulas. La EA ha ido trascendiendo los espacios educativos formales para encontrar acomodo y aplicación en otros espacios: la comunidad, la familia, los amigos, los sitios públicos, las iglesias, los medios de comunicación. Esto enriquece, diversifica y hace aun más complejo al campo, lo que demuestra su vitalidad y actualidad.
            Así, diversos autores (autoridades en el campo de la EA con el suficiente capital simbólico y cultural para hablar de ello) documentan experiencias de Educación Ambiental más allá del currículo formal: Alberto Otero (Op. Cit.: 78 y ss.) clasifica a la EA no formal (así la nombra) como participativa y no participativa y ejemplifica su aplicación con actividades como las funciones de títeres, campañas educativas, actividades culturales y artísticas; Alicia de Alba (1997: 53-55) señala  que, a través de la EA, la escuela puede interrelacionarse con la comunidad y la familia de manera multidireccional, donde “se asuman de manera rotativa las funciones de educador y educando” y pone como ejemplos acciones como separación de la basura en municipios, campañas de persuasión para no fumar y cuidado de arrecifes coralinos; Moacir Gadotti (2002: 42 y ss.), basado en las ideas de Paulo Freire, enfatiza en la necesidad de una educación ciudadana, relacionada estrechamente con la ecopedagogía, en la que “el futuro es posibilidad” y en la que se construyan nuevas concepciones de profesor, alumno, escuela, sistema educativo y currículo; Daniella Tilbury (2001), expone cómo las sociedades comunitarias y de profesionales pueden influir para reificar y cambiar la práctica de la EA en las escuelas y cómo ello puede ser una tendencia para la EA del nuevo siglo; y Rafael Tonatiuh Ramírez (2000: 51-60) documenta, como él mismo lo señala, “pequeñas crónicas” que muestran cómo, en nuestro propio país, puede hacerse Educación Ambiental en escenarios diversos, con creatividad y esfuerzo, aun con pocos recursos.
            Estos esfuerzos, estas ideas, estas nuevas formas de entender y aplicar la EA, parecen fortalecer la idea de que, en el futuro próximo, el campo deberá abrirse a experiencias y espacios diferentes, recuperar saberes ancestrales y populares y combinarlos con el pensamiento científico, involucrar en el proceso educativo a individuos y grupos que normalmente no desarrollan sus actividades en las escuelas sino en la calle, el campo, la fábrica, los medios de comunicación, la iglesia, las ONG’s… en síntesis y recuperando a Freire y Gadotti: la vida cotidiana.
            Es en esta nueva reconcepción del campo de la EA (la Educación Ambiental desde y para la vida cotidiana) donde, quizá, quienes apenas nos estamos integrando al campo, podemos encontrar el camino para construir nuestras trayectorias, ocupar nuestros espacios, hacer uso creativo y eficaz de nuestros diversos capitales, todo con la vista puesta en cumplir con lo que, a fin de cuentas, seguirá siendo durante un buen tiempo lo que le da sentido a este campo: la construcción de un mejor futuro, de una esperanza para la humanidad construidos a partir y por medio de la educación.

Referencias
Benítez, N. (2007), “Educación Ambiental: Una aproximación desde las propiedades de los campos según Pierre Bordieu”, en Revista Caminos Abiertos, UPN 095, número 167, enero-marzo.

------------ (2009), “Un callejón sin salida para la educación ambiental: educación superior e investigación”, en Revista Caminos Abiertos, UPN 095, número 177, julio-septiembre.
Bordieu, P. (1990), “Algunas propiedades de los campos”, en Sociología y Cultura, México, Conaculta-Grijalbo, colección Los Noventa.
De Alba, A. (1997), “Curriculum de primaria, contenidos ambientales y educación informal”, en Revista Cero en conducta número 44, México, pp. 49-59.
Gadotti, M. (2002), “Educación del futuro” y “Educación sustentable”, en Pedagogía de la Tierra, México, Siglo XXI, pp. 27-46 y 66-92.
González Gaudiano, É. (2011), “La Educación Ambiental como efeméride”, publicado en La Jornada Veracruz, 29 de agosto, p. 6.
Otero, A. (1998), “Educación ambiental”, en Medio ambiente y educación, pp. 61-83.
Ramírez Beltrán, R. T. (2000), “Pequeñas crónicas del inicio de los grandes días o la educación ambiental ya despegó”, en Educación ambiental. Aproximaciones y reintegros, México, Taller Abierto, pp. 61-83.
Sauvé, L. (1999), “La educación ambiental entre la modernidad y la posmodernidad: en busca de un marco de referencia educativo integrador”, en Revista Tópicos en Educación Ambiental, versión electrónica, disponible en http://www.ambiente.gov.ar/infotecaea/descargas/sauve02.pdf, consultada el 9 de septiembre de 2011.
Tilbury, D. (2001), “Reconceptualizando la educación ambiental para un nuevo siglo”, en Revista Tópicos en Educación Ambiental, versión electrónica, disponible en http://www.ambiente.gov.ar/infotecaea/descargas/tilbury.pdf, consultada el 9 de septiembre de 2011.


[1] Cfr. Bordieu, P. (1990), “Algunas propiedades de los campos”, en Sociología y Cultura, México, Conaculta-Grijalbo, colección Los Noventa.
[2] Benítez, N. (2007), “Educación Ambiental: Una aproximación desde las propiedades de los campos según Pierre Bordieu”, en Revista Caminos Abiertos, UPN 095, número 167, enero-marzo.
[3] Cfr. Gadotti, 2002: 72 y ss.
[4] Sobre el asunto de las concepciones de EA y su relación con lo que está en juego en el campo, la propia Nancy Benítez realiza un interesante análisis en el texto citado.
[5] Al respecto, Édgar González Gaudiano señala que la meta de la EA es “desarrollar una población consciente de, e interesada en el medio ambiente y sus problemas asociados, que posea el conocimiento, las habilidades, las actitudes, las motivaciones y el compromiso para trabajar individual y colectivamente hacia las soluciones de los problemas actuales y para prevenir los futuros”. (“La Educación Ambiental como efeméride”, publicado en La Jornada Veracruz, 29 de agosto de 2011, p. 6).
[6] Para una discusión del lugar de la EA en la modernidad y la posmodernidad, cfr. Sauvé, Op. Cit., pp. 8-10.

lunes, 12 de enero de 2015

Estrategia de Educación Ambiental Formal: "El neoliberalismo está en crisis"

Por Daniel Lara Sánchez



I.                    Antecedentes/Contextualización
La estrategia de Educación Ambiental Formal de cuya aplicación y resultados se da cuenta en el presente reporte, se llevó a cabo el jueves 24 de diciembre de 2011 en clase de la materia Seminario de Cultura de Masas, optativa, y que se ubica en los últimos semestres del plan de estudios de la Licenciatura en Comunicación de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán, UNAM.
        La materia Seminario de Cultura de Masas tiene como objetivo principal reflexionar sobre fenómenos calificados como masivos para comprender, desde la perspectiva de la Comunicación como disciplina, la formación, estructura y comportamiento de las personas en grupos, colectivos y aglomeraciones, así como la naturaleza “masiva” de los medios de comunicación formales.
        Nuestro grupo estuvo conformado por 13 alumnos y 12 alumnas. Es importante señalar que, antes del inicio del semestre, tuvimos una ventaja, pues se diseñó el programa de la materia prácticamente de cero por instrucción de la Jefatura de Programa de la carrera. De esta forma, desde el diseño de la materia, insertamos contenidos ambientales.
        Así, por ejemplo, en la unidad 1, “Introducción al Estudio de la Cultura de Masas”, se insertó el subtema 1.3. El contexto actual: la crisis de un modelo civilizatorio, en el que se tocó el tema de la crisis ambiental como consecuencia de una crisis civilizatoria. Esto es importante porque era necesario caracterizar al neoliberalismo, modelo de desarrollo que, en parte, explica la manera en que dentro de la sociedad actual se entiende a las “masas” (aspecto central de toda la materia) y porque el tema se recupera en nuestra estrategia. La inserción de este tema permitió ofrecer a los alumnos una primera parte de información ambiental.
Durante la exposición de este subtema (1.3), como estrategia didáctica se les proporcionó a los alumnos un cuestionario reflexivo sobre la crisis del modelo civilizatorio, en el que se incluyó la pregunta: “¿La crisis ambiental es consecuencia de la crisis civilizatoria?”.
Las respuestas fueron variadas. Rescatamos algunas de ellas:
-          “El modelo neoliberal propicia una serie de efectos que transforman de fondo a la sociedad; la privatización de los recursos naturales y la falta de educación ambiental son el resultado”.
-          “Sí, pues en un afán de producir más para vender más, las materias primas se explotan a una velocidad que no permite su recuperación, simplemente se trata de la depredación”.
-          “La sociedad ya no se preocupa por el equilibrio ambiental (…) sino por una vida cómoda…”.
-          “Sí, puesto que el neoliberalismo busca la concentración de capitales a ultranza, por lo que no tiene una verdadera visión de desarrollo sustentable”.
-          “Considero que este deterioro es parte de una forma de vida sin una base educativa…”.
-          “…para muchas personas el cuidado ambiental no es tan importante mientras ellos puedan seguir accediendo a los estilos de vida a los que están acostumbrados…”.
La mayoría de las respuestas que los alumnos plasmaron en el cuestionario nos permitieron observar que hubo una buena recepción y comprensión de los contenidos trabajados en las clases.
Con esta estrategia, cuya evaluación fue parte de las calificaciones parciales de la materia, se desarrollaron contenidos actitudinales y conceptuales y se estableció una base para la estrategia que explicaremos a continuación.

II.                  Planeación
Nuestra estrategia de Educación Ambiental formal se aplicó, como ya lo comentamos, el jueves 24 de noviembre de 2011. A continuación especificamos las diversas situaciones que se planearon, como es lógico, antes de la aplicación. 

  1. Título de la estrategia
“El neoliberalismo está en crisis”.

  1. Espacio educativo
Aula del edificio A9 de la FES Acatlán. Este salón, como todos los de la planta baja del edificio citado (conocidos como “peceras”), está pensado para trabajo de Seminario, pues su estructura está diseñada para que se coloquen las sillas para los alumnos alrededor de varias mesas en las que se puede escribir o llevar a cabo diversas actividades. Esta disposición del mobiliario permite contacto visual entre el profesor y los alumnos y entre los propios alumnos y facilita la participación en clase.

  1. Tiempo de la sesión
La materia de Seminario de Cultura de Masas se imparte de 15:00 a 17:00 horas. En el caso de nuestra estrategia, se aprovechará la clase completa, por lo que la duración total será de dos horas.

  1. Fecha de aplicación
La estrategia fue aplicada el jueves 24 de noviembre de 2011. Ésta es una fecha clave puesto que se trata de la última sesión del curso y la estrategia funcionó como reflexión final de todo lo que se comentó durante el Seminario, así como de “amarre” entre los diversos temas revisados durante el semestre.
               Es importante cerrar el curso regresando un poco al principio del mismo y, sobre todo, con una reflexión ambiental y una actividad que, por supuesto, fue parte de la evaluación de la materia (si no, ya no sería Educación Formal).

  1. Ubicación curricular
La estrategia, como ya comentamos, representa el fin del curso. Como tal, se ubica en la Unidad 4 del programa de la materia, “Hacia una desmitificación de las masas”, y en el tema 4.3.Hacia una comunicación para la sustentabilidad, el cual se estuvo trabajando desde dos sesiones anteriores. 

  1. Objetivo de la estrategia
A partir de la proyección titulada “El neoliberalismo está en crisis” y de la lectura de Víctor Toledo, “¿Neoliberalismo o sustentabilidad?”, se desarrollarán contenidos actitudinales que permitirán al alumno reflexionar sobre la crisis ambiental global como parte de la crisis del modelo de desarrollo neoliberal y analizar el papel de los medios de comunicación masiva en el sostenimiento del modelo y, por lo tanto, de tal crisis. Con base en esta reflexión, el alumno visualizará la posibilidad de crear una comunicación para la sustentabilidad a partir del cuestionamiento del término “masa”.

  1. Estructura de la estrategia (Secuencia didáctica)
1.       Lectura del texto “¿Neoliberalismo o Sustentabilidad?”, de Víctor Manuel Toledo, publicado en revista Regeneración número 14, febrero de 2011, p. 7.
2.       Proyección comentada de la presentación en Power Point “El neoliberalismo está en crisis”.
3.       Resolución, por parte de los alumnos, de un cuestionario con base en el texto leído y la presentación de Power Point.
4.       Reflexión final y grupal sobre la clase y el curso en general.

  1. Recursos
Para la aplicación de nuestra estrategia, haremos uso de:
  1. Copias de la lectura “¿Neoliberalismo o Sustentabilidad?”, una para cada alumno y el profesor.
  2. Computadora portátil, proyector (“cañón”) y memoria usb con el archivo “El neoliberalismo está en crisis”.

III.                Aplicación
El jueves 24 de noviembre de 2011 comenzamos puntuales con la clase. Ya había varios alumnos presentes, sobre todo Paco, quien hizo el favor de prestar su computadora portátil. Para resolver lo del proyector, tuvimos que rentarlo a un exalumno que por la módica cantidad de cien pesos (la UNAM también presta proyectores, y gratis, sólo que nunca hay disponibles a menos que se soliciten con dos meses de anticipación), llegó también puntual para conectar todo.
        Mientras conectábamos computadora y cañón, fueron llegando el resto de los alumnos. A cada uno se le pidió tomar una copia de la lectura “¿Neoliberalismo o sustentabilidad?” de Víctor Toledo. Una vez conectados los implementos tecnológicos, el profesor dio el saludo y la bienvenida correspondientes y cotidianos a los alumnos y les pidió que fueran leyendo en voz baja el texto de Toledo mientras él lo leía en voz alta. Al finalizar esta lectura, de inmediato y sin mediar palabra, comenzó la proyección de la presentación en power point “El neoliberalismo está en crisis”.
        Durante la proyección,  los comentarios de los alumnos sobre lo que muestran las diapositivas se fue dando espontáneamente, algo que buscábamos desde el principio: que la presentación, planeada y trabajada con contenidos conceptuales y actitudinales, fuera motivando en ellos la reflexión colectiva.
        Algunos de los comentarios de los alumnos fueron los siguientes:
-          Habría que ver si esta crisis del modelo neoliberal pega igual para todos, porque de alguna manera, los países latinos siempre hemos estado en crisis, independientemente del modelo de desarrollo que se nos haya impuesto. Quizá la excepción sería durante el milagro mexicano – comenta Raúl.
-          Pero es cierto que, ahora más que antes, no se piensa en otra cosa que en el dinero, la lana: comprar, vender, comprar, vender y síguele así… – contesta Reyna.
-          Creo que queda muy claro con el rollo de los indignados, como se comenta en la lámina, a mí me tocó estar el 15 de octubre en la manifestación en Reforma porque voy a hacer mi trabajo final sobre el movimiento, y la neta, aunque éramos pocos, sí se comentaba lo que dice ahí: no  hay seguridad para los chavos, no sabemos qué futuro nos espera – argumenta Daniela.
-          Chale, el dato es impresionante, pero es cierto: no todos nos jodemos igual a este planeta -vuelve a intervenir Raúl, cuando lee los datos numéricos de la diapositiva 12.
La diapositiva 13 también originó diversos comentarios:
-          Está cabrón… –vuelve a intervenir Raúl.
-          O sea que los gatos y los perros comen a toda madre mientras un chingo de gente se muere de hambre…- comenta Diego.
-          Y además, en Europa disfrutan sus helados sin preocuparse por los demás…- dice Luis.
-          ¿Y por qué se iban a preocupar? Si toda la vida les han enseñado a no preocuparse por nada… –contesta Nelly.
-          Por eso están las cosas como están –tercia Perla.
La discusión se enfoca hacia el agua y el cuidado de los animales cuando, al ver las diapositivas 14 y 15, Karen Nayelli critica cómo en los medios de comunicación se invita a las audiencias a no desperdiciar el agua, pero nunca informan en qué se gasta más. Josué y Reyna comentan que lo mismo sucede incluso con las asociaciones de defensa de los derechos de los animales, que “se van por lo superfluo” y no atacan ni critican la situación a nivel global.
La diapositiva 15 causa risa a la mayoría de los alumnos, y Daniela no puede dejar de exclamar: “no, bueno, ¿esa opinión es real? ¡De verdad no puede ser! Es increíble hasta dónde llega ya no la inconsciencia, sino el valemadrismo y la necesidad falsa de tener un abrigo de ésos”.
La siguiente diapositiva en generar comentarios fue la 19. Los alumnos del grupo se encuentran en noveno semestre, están a punto de egresar de la carrera, y al leer esta diapositiva, se inició un breve debate sobre su futuro. Para esto, unas sesiones antes ya se había tocado el tema del futuro laboral del comunicólogo en México, y se les cuestionaba a los alumnos si tenían habilidades y conocimientos diferentes a los adquiridos en la carrera para vivir/sobrevivir fuera de la universidad, es decir, se hizo referencia los fondos de conocimiento de los alumnos, en una dinámica muy interesante que se tocó en esta discusión.
-          A como van las cosas, terminando la carrera seré un Nini –bromea (¿o no?) Diego.
-          Depende de nosotros. Si, como dijo el profesor la semana pasada, explotamos y aprovechamos lo que sabemos hacer con lo que aprendimos en la carrera, se pueden hacer muchas cosas. ¿Por qué depender de las empresas para que nos den trabajo mal pagado y valorado? – afirma Blanca, quien por cierto ya tiene cierta experiencia laboral en los medios, al igual que Perla, quien se desempeña como periodista, y quien complementa: “Sí es cierto, a veces, como en mi caso, lo que te pagan las empresas sólo te alcanza para las comidad y los pasajes. Yo también recupero lo que platicamos en clase la otra vez: necesitamos generar nuestras propias chambas con lo que sabemos hacer y ser independientes”.
La diapositiva 23, donde se conecta el tema con la materia, ayudó a los alumnos a recuperar parte de la discusión también generada en clases anteriores sobre el término “masa” y sus connotaciones peyorativas.
-          Si asumimos que las masas con, como nos lo quiere hacer ver el gobierno y los medios, una nada latosa, no podríamos lograr nada –comenta Abril.
-          O sea, la masa gaseosa –complementa Rafa, rescatando un conepto revisado al principio del semestre.
Al proyectar las siguientes diapositivas, comenzó otra serie de comentarios sobre los medios de comunicación, aspecto de mucho interes para estos futuros comunicólogos.
-          Chale, no vuelvo a usar Facebook –comenta Jaime.
-          No, el problema, como se dice ahí, es cómo lo usas, no que lo uses en sí –aclara Paco.
-          Las redes sociales sí se prestan para muchas estupideces, pero lo peligroso es que los medios empresariales, tipo Televisa y demás, dan contenidos huecos a la gente, y estaría bien pensar que un día podríamos estar ahí trabajando y entonces qué vamos a hacer: seguir la corriente de la empresa o proponer algo diferente para que no te pelen o hasta te corran… -reflexiona Carolina.
-          Entonces, otra vez la pregunta es si se puede hacer algo diferente con nuestros propios canales como lo propone la Comunicación Alternativa –dice María de Lourdes, rescatando otro concepto revisado en clases anteriores.
-          Está cabrón… -vuelve a asegurar Raúl.
-          Porque además –comenta Nelly al observar con detenimiento la imagen de Steve Jobs- entonces está cabrón cambiar al mundo.
-          No necesariamente –corrige Daniela- si empiezas poco a poco, pero además lo haces beneficiando a tu gente cercana, sí puedes decir que lo estás cambiando, no como Steve Jobs que sí lo cambio pero en beneficio de los ricos.
Las últimas diapositivas orientan la discusión final hacia la posible construcción de una comunicación para la sustentabilidad, lo que conectará con la siguiente parte de nuestra secuencia didáctica: el cuestionario de reflexión. Al respecto, Carolina, quien trabaja en Pronatura, comenta: “Ésa es una de las cosas que se comentan en donde yo trabajo. Como saben que estudio Comunicación, me han pedido que proponga algo para unir la Comunicación con la Ecología, pero no me siento aún con la preparación para hacerlo, pero yo creo que sí se puede, es más, quiero hacer sobre eso mi tesis”.
-          Pues ya tienes asesor –contesta el profesor.
-          No, pero sí está chingón el tema, yo creo que en la carrera, ahora que van a cambiar el plan de estudios, sí deberían meter más contenidos como éstos, o sobre el cuidado de la ecología desde la perspectiva de la comunicación, eso estaría chingón porque no lo hay y es algo de lo que se va a hablar mucho en estos años. Deberían quitar contenidos que no sirven para ni madres, como algunas teorías de España que ya están rebasadas y no son más que mamadas, y meter algo de esto. Pero por lo que vi en el nuevo plan de estudios que propusieron, por supuesto que no hay nada, los chavos de las siguientes generaciones van a ver lo mismo que nosotros pero revolcado y desde un enfoque meramente tecnocrático, o sea, como decía la presentación: el neoliberalismo está en la educación también y, por lo visto, seguirá en la educación –afirma un tanto molesto Raúl.
La participación de Raúl pone punto final a la exposición comentada de la presentación y da pie a la siguiente parte. A cada alumno (finalmente llegaron 19: 10 mujeres y 9 hombres) se les dio una hoja con las preguntas a resolver y se les indicó que lo contestaran con honestidad y tranquilidad. No se comentó nada por parte del profesor después de la proyección de la presentación en power point para no influir de ninguna forma en las respuestas de los cuestionarios.
                A continuación, resumimos las respuestas por cada pregunta:
1.       ¿Qué relación hay entre la lectura de Toledo y la presentación proyectada? (Observación: esta pregunta se colocó al inicio porque se busca descubrir si los alumnos relacionaron las dos partes de nuestra estrategia y de qué manera).
En la mayoría de las respuestas, los alumnos relacionaron la lectura y la presentación por los elementos más obvios: “la presentación amplía datos e información del texto”, “en ambos casos de habla sobre la crisis del Neoliberalismo”, “ambas tratan el tema del neoliberalismo y el daño que se ha causado al medio ambiente”, etcétera, por lo que nos damos cuenta de que tuvieron más impacto los contenidos conceptuales. Sin embargo, hubo respuestas más estructuradas que nos permiten ver cómo los contenidos actitudinales sí tuvieron cierto impacto en algunos alumnos: “El dilema civilizatorio entre mantener un sistema neoliberalista de acto impacto ambiental (…) o terminar con ese sistema agotado e iniciar con la construcción de un poder social en el que sea precisamente la sociedad la que tenga mayor control de su consumo (…) para tener una mejor interacción con otros y con el medio ambiente” (Nelly); “…con tal de consumir no importa de dónde se saquen los recursos ni lo que esto implique. ¿A quién le interesa la situación de un minero y su jornal?” (Diego); “ya somos muchos los que estamos pagando por los estragos que ha causado el modelo neoliberal en nuestra sociedad, donde sólo servimos de apoyo a los más podersosos” (Rafael).
2.       ¿Crees que los medios de comunicación mexicanos estén realmente preocupados por la crisis ambiental? (Observación: esta pregunta tiene como fin relacionar la temática de nuestra estrategia con la carrera que estudian los alumnos y enfocar el cuestionario hacia la segunda parte del objetivo de nuestra estrategia).
Todos los alumnos contestaron que no, y algunos ofrecieron argumentos que denotan la reflexión a la que les motivó la estrategia, por lo que aquí impactaron más los contenidos actitudinales: “”Creo que el papel de los medios es precisamente mantener informada a la sociedad y eso incluye prevenir sobre la crisis ambiental” (Karen); “…cuando se realiza algún tipo de campaña ambiental, la utilizan solamente con fines lucrativos” (Carolina); “aparentan, que es peor” (Daniela); “”Las campañas de reciclaje promovidas por Televisa con un claro ejemplo, proponen el reciclaje pero no el uso de recipientes de plástico (sic) para evitar el uso excesivo de PET, evidentemente porque las empresas refresqueras tienen pactos económicos con ellos” (Nelly); “… en sus producciones de entretenimiento reproducen el sistema de consumismo” (Diego); “…los concibo como una empresa enfocada a la destrucción del individualismo” (Josué); “Los medios en general se han subido al barco a favor del cuidado de la naturaleza, pareciera una moda y no existe una verdadera preocupación” (Jaime); “…dedican espacios a estos temas sólo para justificar una ‘responsabilidad social’ que únicamente existe en teoría” (Francisco); “Aunque no dudo que haya medios que sí se preocupen, sobre todo aquellos alternativos y ligados a ONG´s” (Rafael).
3.       ¿Qué relación encuentras entre la crisis ambiental y la crisis del neoliberalismo? (Observación: este cuestionamiento tiene como propósito observar si los alumnos entienden a la crisis ambiental como un síntoma/producto de la crisis civilizatoria).
Prácticamente todos comprenden que la crisis ambiental global es una consecuencia de la crisis del modelo civilizatorio, como podemos constatarlo con algunas respuestas que aquí citamos: “Ambas están dominadas y provocadas por el poder corporativo, sólo el interés y egoísmo de unos cuantos…” (María de Lourdes); “Parte de la crisis del neoliberalismo es la crisis ambiental” (Diana); “…todo es una mercancía, todo tiene un valor comercial” (Diego); “Consumismo= +Produccion +Recursos naturales empleados +procesos +contaminación” (Francisco); “…para poder seguir consumiendo, el consumo excesivo eleva la cantidad de desechos que se despiden (sic) al ambiente” (Raúl); “Starbucks causa deforestaciones, la industria automovilística produce a granel y pone millones de autos en la calle…” (Alfonso). Una vez más, los contenidos actitudinales parecen haber impactado más en los alumnos.
4.       ¿Qué relación hay entre la crisis de la psicoesfera (MCM) y la crisis ambiental? (Observación: aquí se intenta analizar si los alumnos ligan la calidad de los contenidos de los medios de comunicación con el sostenimiento del neoliberalismo y, por lo tanto, de la crisis ambiental).
Todos los alumnos entienden que, en parte, la baja calidad en los contenidos de los medios en el país tienen que ver con la crisis del neoliberalismo y, por lo tanto, está ligada a la crisis ambiental, puesto que parte del medio ambiente es, en palabras de Edgar Morín, la psicoesfera. Aunque es de resaltar que varios alumnos no contestaron esta pregunta, creemos que se debe a que el concepto de psicoesfera no les quedó del todo claro, a pesar de que se mencionó varias veces durante el curso. Así que aquí los contenidos conceptuales no se desarrollaron del todo pero sí hubo un impacto de los actitudinales. Algunas respuestas que rescatamos: “…los medios quieren resultados inmediatos y con grandes ganancias y la conciencia para la protección del ambiente no es un tema que cumpla esas expectativas” (Carolina); “…tienen una visión catastrofista en la que no hay posibilidad de cambio y mejor seguir consumiendo” (Diego); “Las nuevas tecnologías también son grandes consumidores de recursos naturales, ahora los mismos productos son creados como desechables para continuar una cadena consumista…” (Gerardo); “…lo simbólico está lleno de insignificancia, todo está encaminado al consumo excesivo y no al tratamiento de problemas ambientales…” (Raúl); “…no se preocupan en insidir (sic) en la psicoesfera de los entornos de convivencia” (Alfonso).
5.       ¿Qué podría hacer un comunicólogo en la búsqueda de una comunicación para la sustentabilidad? (Observación: esta pregunta y la siguiente siguen abonando a la segunda parte de nuestro objetivo e intenta hacer reflexionar a los alumnos sobre la posibilidad de construir esa comunicación para la sustentabilidad y la posibilidad de ellos mismos de aportar a esa construcción).
Las respuestas fueron variadas y constructivas y muestran que la reflexión puede llevar a la construcción de una comunicación diferente, orientada a la sustentabilidad y no al neoliberalismo. Rescatamos algunas: “La comunicación también es un isntrumento para ayudar al mundo y orientarlo hacia un modelo sustentable” (Carolina); “…sacar a la luz lo que realmente ocurre en el mundo en cuanto a la crisis ambiental” (María de Lourdes); “…conscientizar e informar sobre las causas y consecuencias directas e indirectas de las crisis que genera el modelo neoliberal y las soluciones que ofrece la sustentabilidad” (Abril); “…trabajar como equipo…” (Diego); “El ‘poder hacer’ comienza desde el mismo comunicólogo, éste debe ser un traductor, un profesional para expresarse de manera correcta para el entendimiento y comprensión de los demás…” (Josué); “…regresar a esa idea de que un profesionista existía para ayudar a la sociedad” (Jaime); “…convocar a la participación-acción mediante una comunicación eficaz-eficiente (…) recordemos que la comunicación organiza y orienta acciones” (Francisco); “Un comunicólogo podria hacer investigaciones sobre ‘comunicación ecológica’, organizar y generar participación con la gente de una manera glocal” (Alfonso); “Acercarse a las minorías y organizaciones ciudadanas y trabajar en conjunto con ellas” (Rafael). Una vez más, hubo mayor incidencia de los contenidos actitudinales.
6.       ¿Cómo crees que pueda construirse una comunicación para la sustentabilidad? (Observación: mientras que la pregunta anterior giraba en torno al papel del comunicólogo, aquí se cuestiona al alumno sobre acciones particulares).
Al no trabajarse como tal el concepto de comunicación para la sustentabilidad, no se trabajaron contenidos factuales/conceptuales, sino que preferimos enfocarnos a los actitudinales. Esto se reflejó en las respuestas de los alumnos, como las siguientes, donde se resaltan ideas relacionadas con la educación y la participación comunitaria: “…podría realizarse en espacios pequeños (…) generar medios alternativos e interdisciplinarios (…) es una pregunta muy importante que me llevo” (Daniela); “Teniendo un compromiso común…” (María de Lourdes); “Con un compromiso con el medio ambiente e ignorando panfletos neoliberales alentados al consumo y egoísmo” (Abril); “La sustentabilidad es un concepto que en un primer momento para su éxito tiene que comunicarse y sobre todo argumentar su buen empleo” (Carolina); “Estos contenidos (…) tendrían que implementarse desde los planes de estudio den los niveles básicos hasta la educación superior. Implementarse campañas, talleres y capacitación para que todos entendamos primero qué es lo que pasa y qué es lo que se necesita” (Julia); “Más participación, más acción y menos discurso, aunque este último sería el que provocara la acción y la participación” (Francisco); “Mirando nuestro pasado y rescatando el pensamiento antiguo que tenía como fin un equilibrio entre hombre y naturaleza” (Gerardo); “Apoyados en, como dice el texto, las comunidades rurales, los mercados alternativos, las nuevas tecnologías y la educación. Creando un verdadero movimiento ciudadano que sustituya a las instituciones que ta se han mostrado inútiles y disfuncionales” (Rafael); “La participación de la gente es lo más importante” (Raúl).
7.       ¿Qué tiene que ver todo esto con la Cultura de Masas? (Observación: ésta es una pregunta de cierre, que intenta ligar los contenidos de nuestra estrategia con todo lo revisado durante el curso y terminar con ella el semestre).
Los alumnos pueden ligar sin problemas los contenidos trabajados en la estrategia con los revisados durante el curso y siguen cuestionando la palabra “masa”. Aquí algunas respuestas que rescatamos: “…la mirada de ‘masas’ se irá modificando y al crear mayor conciencia las ‘masas’ o grupos organizados serán los que realicen cambios, los que transformen y hagan nuevas propuestas” (Daniela); “En la cultura de masas se desarrolló el modelo neoliberal y con la ayuda de los medios de comunicación se encuentra el camino a la sustentabilidad” (Abril); “Porque precisamente es la masa quien está involucrada en el modelo neoliberal y es ella misma quien podrá orientarse para su propio bien hacia el modelo (que yo considero el más óptimo) sustentable” (Carolina); “La comunicación para la sustentabilidad nos ayudaría a individualizarnos, a reconocer nuestra autonomía” (Julia); “La concepción que teníamos sobre las masas era la que nos dio el modelo neoliberal, ahora las vemos desde otras perspectivas” (Reyna); “Como todos los fenómenos que impactan la cultura de masas, la falta de cuidado ambiental es impuesta por los medios” (Nelly); “La comunicación entonces no sólo es mediática, sino de intervención. La gente es lo primordial en todo” (Raúl); “La masa es la que puede hacer el cambio radical” (Alfonso); “…la sociedad, cansada del modelo neoliberal, está comenzando a hacer cambios (por ejemplo, los indignados) desde abajo y por cuenta propia, pues ya no creemos ni en líderes ni en instituciones; el cambio empieza por nosotros” (Rafael).

IV.                Evaluación
Para poder evaluar nuestra estrategia, es necesario recordar nuestro objetivo:
A partir de la proyección titulada “El neoliberalismo está en crisis” y de la lectura de Víctor Toledo, “¿Neoliberalismo o sustentabilidad?”, se desarrollarán contenidos actitudinales que permitirán al alumno reflexionar sobre la crisis ambiental global como parte de la crisis del modelo de desarrollo neoliberal y analizar el papel de los medios de comunicación masiva en el sostenimiento del modelo y, por lo tanto, de tal crisis. Con base en esta reflexión, el alumno visualizará la posibilidad de crear una comunicación para la sustentabilidad a partir del cuestionamiento del término “masa”.
        Podemos afirmar que sí se cumplió con el objetivo, pues las respuestas escritas por los alumnos en el cuestionario que se les aplicó y en los comentarios expresados libremente durante la proyección de la presentación en power point, nos señalan que los contenidos actitudinales desarrollados en la estrategia sí generaron reflexión en los alumnos de Comunicación de la FES Acatlán sobre la crisis del modelo civilizatorio, la crisis ambiental como consecuencia del mismo y el papel de los medios de comunicación en su sostenimiento. Asimismo, también podemos asegurar que los alumnos pudieron visualizar varias perspectivas y acciones tendientes a construir una comunicación para la sustentabilidad, cuestionando el término “masa” y reificándolo hacia una connotación positiva y de posible cambio en búsqueda de un futuro mejor.
        Quisiera terminar comentando que la experiencia al aplicar esta estrategia de educación ambiental formal en uno de mis grupos fue altamente satisfactoria y que me permite entender mejor el campo y visualizar aspectos que yo no había contemplado y que mis alumnos pudieron ver. Es decir, más que ellos, quien aprendió más fui yo.