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miércoles, 31 de diciembre de 2014

Nancy Benítez: Nuevos contenidos para la educación ambiental

Por Daniel Lara Sánchez



Benítez, Nancy (2009), “Nuevos contenidos para la educación ambiental”, en Educación ambiental y formación docente. Resistencia y esperanza, México, UPN 095, pp. 39-58.

Con un estilo fresco y sencillo (pero no simple), este texto tiene una clara intención proponente: ideal, me parece, para quienes empezamos a involucrarnos con el campo de la educación ambiental, ofrece ideas detonadoras para investigaciones acerca de temas ambientales específicos que pueden trabajarse desde la práctica docente.
               Para llegar a esta propuesta, la autora primero plantea conceptos que contextualizan a la educación ambiental como un discurso emergente, originado por la crisis del actual modelo civilizatorio y después nos calara cómo entender lo que es un contenido ambiental, a partir de la concepción de ambiente aportada por Gilberto Gallopin. Así, para Nancy Benítez, “un contenido ambiental, pedagógicamente hablando, es un tema o problema que permite mirar, cuestionar, aprender, comprender y reflexionar acerca de un sistema específico (…) y sobre las múltiples relaciones que conforman su ambiente”; la definición se complementa con una invitación a actuar, algo coherente con el hecho de que en el concepto abunden los verbos.
                Con base en esta definición, Benítez realiza una caracterización de los contenidos ambientales, en la que se involucran acciones y actitudes como la reflexión, la práctica, la historización, la investigación, la acción y el diálogo. Resalta la característica que señala que un contenido ambiental es un fenómeno complejo y por lo tanto debe trabajarse con un pensamiento complejo, una clara influencia de Edgar Morin.
                Hay dos conceptos clave para entender la dinámica de los contenidos de educación ambiental, que son: prácticas y objetos (y que son trabajados continuamente por la autora en sus clases).  Ellos son los que le dan sentido a el trabajo y desarrollo de tales temas, los cuales pueden abarcar un sinfín de actividades humanas.
              Es en esta parte del texto en el que Nancy Benítez realiza su propuesta de temas o contenidos que pueden desarrollarse en la educación ambiental y que pueden guiar investigaciones documentales y de campo, intervenciones educativas o clasificaciones de problemas relacionados con el ambiente. Los contenidos propuestos por la autora son: alimentación, vivienda, juegos, formas de comunicación (algo que me parece indispensable en nuestro mundo globalizado), la migración, el vestido, los medios de transporte, el trabajo, el intercambio de bienes y servicios, las fiestas y las aspiraciones. Obviamente, no son los únicos contenidos que pueden trabajarse en educación ambiental, pero esta propuesta puede servir como detonador para generar otras.
                El texto finaliza con una reflexión de la autora en el sentido de que es responsabilidad del educador ambiental el abordaje y desarrollo de estos contenidos, llevando a cabo acciones que le permitan entender, reflexionar, conocer, experimentar e investigar sobre los ambientes en los que se mueve para, a partir de ello, actuar.

martes, 30 de diciembre de 2014

Gilberto Gallopín: Ecología y ambiente



Por Daniel Lara Sánchez

Gallopín, Gilberto, “Ecología y ambiente” (1986) en Educación ambiental. Constitución de un objeto de estudio, Antología, México, UPN 095, 1994.

Desde el primer párrafo de este texto, Gilberto Gallopín es claro con el lector y le anuncia de manera sencilla y directa cuál es el contenido del artículo: un recorrido conceptual e histórico acerca de la manera en que la manera de entender a la ecología ha ido cambiando de acuerdo a la realidad ambiental de cada época.
          Así, Gallopín divide el texto en varias secciones en las que presenta información documentada, estructurada y profusa en conceptos para explicitar las diversas formas en las que la ecología se ha utilizado en la construcción el conocimiento humano.
                En el segundo apartado (el primero es la Introducción), titulado “¿Qué es la ecología?”, el autor expone cómo el concepto de ecología, usado por primera vez en la segunda mitad del siglo XIX, fue adaptándose con el paso del tiempo, de acuerdo a diversos investigadores y áreas de estudio, aunque casi todas las concepciones primarias del término giraban en torno a cuestiones ligadas a las ciencias naturales. En relación con esto, en el artículo se explican conceptos como sistema ecológico, ecoide, demosistema, ecosistema, ecosfera y otros.
                En la tercera parte (“Orígenes y desarrollo de la ecología”), Gallopín inicia con un breve recorrido histórico de la ecología como disciplina científica, para después explicar que se trata de una ciencia originaria y necesariamente interdisciplinaria, para con base en ello, exponer las relaciones de la ecología con otras ciencias.
                A lo largo del siguiente acápite, el autor nos aclara cómo el objeto de estudio de la ecología fue cambiando de acuerdo al contexto histórico y al desarrollo de las ciencias. Esto se complementa en el quinto apartado, “Corrientes contemporáneas de la ecología”, en la que se presenta una clasificación completa de las diferentes áreas de aplicación de esta ciencia.
                En el subtítulo 6, “Lo ambiental y lo ecológico”, me parece que se encuentra el corazón del texto y lo que a nosotros, como educadores ambientales, nos puede ser más útil, pues en esta sección Gallopín hace una clara distinción entre lo ecológico y lo ambiental, y propone una definición de ambiente, completa y operacional, en la que relaciona el término con la ecología de manera clara y funcional, sin confundir ambos conceptos.
               Es aquí donde términos como los componentes, las categorías, la evolución y la complejidad del ambiente quedan determinados. También se nos aclaran las diferencias entre el ambiente social y el sistema social y se exponen conceptos fundamentales en la educación ambiental como calidad de vida, necesidades humanas y calidad ambiental.
                El artículo termina con un séptimo apartado en el que se exploran, otra vez desde un enfoque interdisciplinario, los posibles nexos entre la sociedad y la naturaleza, relación que encarna el objeto de estudio tanto de la ecología como de la educación ambiental.

lunes, 29 de diciembre de 2014

Nebel y Wright: Sobre los ecosistemas



Nebel y Wright, “Ecosistemas: unidades con sostenibilidad” y “El funcionamiento de los ecosistemas” en Ciencias ambientales. Ecología y desarrollo sostenible

 Por Daniel Lara Sánchez

“¿Por qué estudiar a los ecosistemas?”, parece ser la pregunta detonadora de estos capítulos, en los que los autores, a partir de una estructura que va de lo general a lo particular, nos muestran, mediante el uso de ejemplos y recursos intertextuales, las características y componentes de los ecosistemas, unidad básica de estudio de la ecología.
                De esta manera, Nebel y Wright inician el texto explicando términos relacionados entre sí y que dan lugar a la definición de ecosistema; términos como biota o comunidad biótica, factores abióticos, especies, población y, posteriormente, ecología, ecotono y hasta ecologistas, así como biomas y biosfera.
En el artículo se pormenoriza, además, en la estructura de los ecosistemas. En esta parte, nuevos conceptos hacen su aparición: estructura biótica y las categorías de los organismos. El texto, con un estilo agradable pero al mismo tiempo formal, permite al lector el entendimiento claro de términos que designan a todas las clases de organismos que habitan en los ecosistemas, y las relaciones entre ellos. Las cadenas alimentarias y el papel que juega cada tipo de organismos en ellos, por ejemplo, quedan claramente explicadas.
                A partir de la página 40, en el capítulo se exponen los elementos clave de los ecosistemas, que permiten la diferenciación y clasificación de los mismos en desiertos, pastizales, bosques tropicales y templados, bosques de coníferas, tundra, humedales, lagos y ríos, estuarios, zona intermareas, zona nerítica y oceánica: elementos como los factores abióticos (clima), bióticos u otros como las barreras físicas que delimitan a los ecosistemas.
                En el capítulo 3, “El funcionamiento de los ecosistemas”, Nebel y Wright exploran términos pertenecientes al campo de la física, pero que obviamente tienen que ver con los ecosistemas (y con lo que se refuerza la idea de la ecología como una ciencia interdisciplinaria): materia, energía, molécula, átomo, compuestos orgánicos, etcétera. Por supuesto, se explican las leyes de la termodinámica y los cambios en la materia y la energía, todo en el contexto de los ecosistemas.