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viernes, 24 de abril de 2015
viernes, 10 de abril de 2015
Algunas referencias bibliográficas en Educación Ambiental
Por Daniel Lara Sánchez
A continuación, presentamos una breve reseña de cinco materiales bibliográficos que nos parecen fundamentales, interesantes y enriquecedores para cualquier docente, investigador o lector interesado en el apasionante tema de la Educación Ambiental. ¡Provecho!
A continuación, presentamos una breve reseña de cinco materiales bibliográficos que nos parecen fundamentales, interesantes y enriquecedores para cualquier docente, investigador o lector interesado en el apasionante tema de la Educación Ambiental. ¡Provecho!
1. Arias Ortega, Miguel Ángel (2013), La construcción del campo de la educación ambiental: análisis,
biografías y futuros posibles, Guadalajara, Editorial
Universitaria-Universidad de Guadalajara-Centro Universitario de Ciencias
Biológicas y Agropecuarias-Maestría en Educación Ambiental, Colección
Monografías de la Academia.
Recopilación
de entrevistas elaboradas por el autor a los más destacados educadores
ambientales y representantes del campo de la educación ambiental en México, en
las que se discute el estado actual y el futuro del campo.
2. Batllori, Alicia (2008), La
educación ambiental para la sustentabilidad: un reto para las universidades, Cuernavaca, UNAM-Centro Regional de Investigaciones Multidiscipinarias.
Interesante trabajo de documentación y reflexión sobre el
papel de la educación superior en México en la construcción de la
Sustentabilidad.
3. Bauer, Arnold (2002), Somos
lo que compramos, México, Taurus.
Trabajo de contextualización histórica sobre la historia
del consumo en América Latina desde la época prehispánica hasta la actual,
realizada sobre tres ejes: la vestimenta, la alimentación y la vivienda.
4. Benítez, Nancy (2009), “Nuevos contenidos para la educación ambiental”,
en Meixueiro, Ramírez y Ruiz, Resistencia
y esperanza. Educación ambiental en la formación docente en México, México,
UPN.
Mediante
un estilo ameno, la maestra Benítez propone diversas formas de trabajar
contenidos ambientales y, sobre todo, cómo entender y aplicar el término.
- Berman, Morris (1995), El reencantamiento del mundo, Santiago de Chile, Cuatro Vientos.
jueves, 2 de abril de 2015
Algo sobre EA no formal: Ramón Lara
Por Daniel Lara Sánchez
Lara, Ramón
(1997), “Informe sobre los proyectos de educación ambiental no formal”, en Revista Iberoamericana de Educación,
OEI, número 11.
El texto
revisado es un informe sobre una Reunión Técnica del Programa de la OEI
(Organización de Estados Iberoamericanos) sobre Educación Ambiental en
Iberoamérica, realizado durante marzo de 1996 en Colombia. En dicha reunión,
por lo que indica el texto, se presentaron experiencias de Educación Ambiental
procedentes de América Latina, así como de España y Portugal. En ese sentido,
este artículo tiene un carácter meramente informativo/descriptivo; sin embargo,
puede calificarse como una excelente radiografía no sólo de la reunión
mencionada (y por lo tanto de este campo en Iberoamérica), sino de cómo puede
clasificarse y orientarse la educación ambiental en el ámbito no formal, es
decir, extracurricular. Una de las primeras conclusiones a la que nos lleva la
lectura es a la reflexión de que, hasta cierto punto, las condiciones
sociopolíticas de los diversos países latinoamericanos son similares, por lo
que los síntomas de la crisis ambiental pueden coincidir en muchos casos aunque
con matices contextuales específicos. Esto lleva a pensar que la educación
ambiental no formal en la región también puede llegar a coincidir en objetivos,
visión y, en algunos casos, aplicaciones.
Me parece que una de las mayores
aportaciones de este texto a la formación de educadores ambientales es una
definición bastante precisa sobre la Educación Ambiental no formal: “sistema
complementario de la labor que desarrollan las instituciones educativas,
reconociéndose su importante valor como instrumento coadyuvante para los necesarios
cambios de comportamientos, actitudes y valores, que reclaman las sociedades
que estamos analizando, todas ellas afectadas por procesos de deterioro
ambiental significativos” (p. 4).
A partir de la clasificación que
Lara lleva a cabo de las experiencias presentadas a la Reunión de Colombia, el
lector va comprendiendo diversos aspectos y características de la educación
ambiental no formal: desde sus antecedentes históricos y los parteaguas
históricos que le fueron dando sentido (como la Conferencia de Río), hasta los
tipos de casos estudiados, los objetivos (también divididos en categorías), las
personas encargadas de diseñarla e implementarla, los destinatarios, los
contenidos (se proponen los conceptuales, procedimentales y actitudinales), la
metodología, la necesidad de materiales y equipos, la financiación, los
resultados y la divulgación/comunicación, así como sus nexos con la Educación
Ambiental formal. Con base en todo esto, podemos ver que la EA no formal es
creativa, incluyente, integradora e independiente.
De todos estos aspectos,
interesantes sin duda, me llamó especialmente la atención el relativo a la
divulgación y comunicación. Lara señala, con mucha razón, cómo la EA no formal
tiende, en general, a no cuidar este aspecto, por lo que poco se sabe de este
tipo de experiencias. Y señala cómo la corrección de este aspecto podría
ayudar a la mejora del sistema educativo y del medio ambiente.
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